
Es una muy buena práctica, de origen japonés, para la prevención y mejora de la salud integral de
las personas (emocional, mental, espiritual y física) gracias a la conexión plena de nuestros
sentidos con la naturaleza y, especialmente, con los bosques. (Universidad Tecnológica
Metropolitana, Guía Práctica del Shinrin Yoku).
En Chile contamos con una diversidad de bosques disponibles para disfrutar y sanarse. Sumergirse
y bañarse dentro de un bosque permite que nuestro sistema inmunológico se fortalezca a través
de la inhalación de fitoncidas que emanan los bosques y la vegetación en general. Las fitoncidas
son Son compuestos orgánicos volátiles y aromáticos que segrega la vegetación para protegerse
de bacterias, de insectos y de hongos, pero este sistema de defensa beneficia a nuestro
organismo.
La depresión es una condición de salud donde la persona afectada siente tristeza, poco ánimo,
cansancio excesivo y pérdida de interés en sus actividades diarias. Como herramienta de
autocuidado y sanación, se considera importante que las personas que sufren de algún trastorno o
enfermedad con base de origen en el estrés practiquen los baños de bosque.
La cebolla, el ajo, el árbol del té, el roble, el cedro, la robinia, el pino y muchas otras plantas
emiten fitoncidas. Más de 5.000 sustancias volátiles defienden las plantas de las bacterias, los
hongos y los insectos que las rodean. Los fitoncidas trabajan para impedir el crecimiento de estos
agentes externos que ata a las plantas y además activan células de defensas de nuestro organismo
para responder frente situaciones que nos sobrepasan en la vida diaria. La célula NK (del inglés
Natural Killer), asesina natural o célula asesina (anteriormente llamada linfocito grande granuloso)
es un tipo de linfocito, y un componente importante del sistema inmunitario innato para la
defensa del organismo.